El Día de Tierra, que se conmemora cada 22 de abril, está centrado este año, principalmente, en la importancia de la educación y el cambio climático.
La educación y la capacitación son cruciales para permitir que los ciudadanos contribuyan a los esfuerzos locales y globales para hacer frente al desafío del cambio climático y al que presenta el desarrollo sostenible. Un mayor conocimiento y aprendizaje sobre las causas y los impactos del cambio climático mejora y protege la vida, según la ONU.
Naciones Unidas, a través de su organismo sobre Cambio Climático, trabaja con muchos gobiernos, agencias asociadas de la propia ONU y ONG en su iniciativa “Acción para el Empoderamiento del Clima” (ACE).
Mediante la educación, las personas pueden ser más conscientes de su papel como consumidores y están facultadas para tomar decisiones. Por ejemplo, la ONU considera que las comunidades pueden contribuir a un diálogo público orientado a buscar soluciones, al tiempo que se involucra a quienes toman decisiones locales para que adopten medidas significativas y configuren la política climática.
Y una mejor educación puede ayudar a las personas a desplegar energía limpia por completo y prepararse para climas más extremos como resultado del calentamiento global, como sequías e inundaciones. Por eso, anima a todos los ciudadanos del planeta a actuar.
