“Dejar que la Paz de Cristo me inunde cada vez en lo más íntimo de mi ser. Paciencia, dulzura hacia mí mismo, paciencia y dulzura hacia todos. En particular hacia los jóvenes que el Señor me confía. Virgen María, haz de mí un instrumento de paz para el mundo”, Hno. Henri Verges.
Reunidos en torno a la mesa del Señor, todas las obras Maristas celebramos la Eucaristía, recordando la vida y servicio del Hermano Henri y oramos por las vocaciones de hermanos y laicos.
Autor: Karela Barreto