Encendimos nuestra segunda vela de adviento pidiendo a Jesús, en estos momentos, que venga a nuestros corazones, entre cantos y oraciones. Además, acudimos a nuestra Buena Madre para que nos obtenga abundantes gracias que nos ayuden a prepararnos, de la misma manera como Ella lo hizo, para recibir al Señor Jesús, en esta Navidad… ¡Ven Señor no tardes!
Autor: Jorge Orejuela