Por: Karina Romero
Junio 2020
Como parte de las actividades del Mes mariano, las familias acogieron en sus hogares a nuestra Buena Madre. Con amor y dedicación, prepararon los altares para reunirse en torno a ellos. Agradecemos la acogida a este gesto para evocar la visita de nuestra Virgen peregrina cuando estábamos en presencialidad. A sus pies, ponemos nuestras inquietudes, alegrías y quehaceres del día a día. Mantengamos esta práctica mariana.