Vivimos tiempos distintos, como nunca nos imaginamos que ocurrirían. Tiempos que nos retan a sacar lo mejor de nosotros, tanto que incluso muchos hablan que tendremos que “reconstruir el mundo”. Por ello será importante volver a nuestras fuentes, la frescura del evangelio, de donde como dice el Papa Francisco: “brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual”.

Como maristas estamos llamados por el ejemplo de San Marcelino a acudir a los que más nos necesitan, recordemos que en sus épocas el cristianismo también reconstruyó el mundo con su prédica de solidaridad y amor al prójimo.

Pero la pandemia que vivimos, nos es la única; seguro las noticias se centran en ella; pero desde antes que llegara ya teníamos la pandemia del hambre, la pandemia de las guerras, la pandemia ecológica, entre otras. Por eso es crucial este momento, ver y sentirnos todos como prójimos, volver al amor del evangelio; pero con heroísmo, con esperanza y con memoria. Desde el colegio seguimos acompañando a nuestros alumnos y sus familias en este camino, en las clases y en la casa no solo estamos sembrando futuro, profesores y padres debemos crear posibilidades de conectividad de nuestros hijos con el mundo, ese mundo que nos necesita, pero que sobretodo necesitará mañana a nuestros alumnos, sus hijos.

Tenemos la seguridad de tiempos mejores, porque nosotros lo vamos a construir.

Hipólito Caro

Director Pastoral